En el desierto de Kubuqi en China, conocido por albergar la gigantesca instalación solar apodada «la gran muralla solar», un estudio científico ha revelado un hallazgo con implicaciones globales. La investigación demostró que la combinación estratégica de paneles fotovoltaicos y vegetación es la única fórmula eficaz para generar humedad y fertilidad, lo que permite la restauración y el florecimiento de ecosistemas en suelos áridos.